La Semana Santa en Asturias es una experiencia de bullicio y emoción. Procesiones y cofradías ponen un toque de devoción, que el público remata en las terrazas, en los restaurantes y sidrerías, en el monte, en la playa o en cualquier recóndito lugar donde el Nazareno se viste de verde o de “chigreru”…

Asturias y la Semana Santa son todo un descubrimiento.

¿Por qué? Porque tradicionalmente el público no asocia el ambiente de devoción espiritual y los rituales religiosos con la tierra asturiana, pero he aquí que sí, que en Asturias lo mismo te encuentras un minero ‘barrenando’ para abrir galería, que un Nazareno transportado con pasión por el casco antiguo de cualquiera de las villas o ciudades históricas de Asturias, que son muchas.

Es que además, el Nazareno portando su cruz puede ser una metáfora en morado de un picador con su martillo…y, sea como fuere, lo cierto es que estas fechas son ideales para visitar Asturias y ponerse del mismo color que el Nazareno, porque tras disfrutar del ritual procesionario, la jornada se completa con una merienda o cena, con unas copas o cócteles en cualquier de los locales con ambiente de los muchos pueblos y ciudades de Asturias.

Oviedo, Villaviciosa, Villanueva de Oscos…en el interior

La capital del Principado ha recuperado desde hace unas décadas las antiguas tradiciones religiosas propias de estas fechas, y tiene procesiones dignas de ver, además del incomparable marco en el que se celebran: el casco histórico de Oviedo/Uviéu, con la catedral siempre como vigía y telón de fondo…A escasa media hora, otra de las más afamadas es la de Villaviciosa, con casco histórico de gran belleza y villa del interior, aunque cercana a la costa.

La Semana Santa asturiana tiene un brillante remate con dos fiestas de interés turístico: la del Bollo, celebrada el lunes de Pascua en Avilés, y la de los Huevos Pintos

Fiesta del Bollo Asturias